“SÓLO HAY UNA PERSONA QUE PUEDA DECIDIR LO QUE VOY A HACER, Y SOY YO MISMO”
“NO ES UN PROBLEMA GRAVE SI NO LO CONVIERTES EN UN PROBLEMA GRAVE”
“TRAE ALGO DE GÓNGORA QUE TENGO YO CUERPO DE GÓNGORA”
Hace unos años en el transcurso de una cena con Bertha Navarro, productora de Cronos, Rabia, o El laberinto del Fauno entre otros muchos títulos, reflexionábamos sobre cómo la comprensión del sentido del texto era algo imprescindible para el éxito de una película. Me propuso realizar con ella en México un taller en el que profundizáramos en la relación entre director, actor y personaje, en el que yo me ocuparía del estudio del guion desde la interpretación. Fue durante estos talleres que evidencié lo que desde hace mucho tiempo intuía: que la auténtica historia está escondida en el subtexto.
EN QUÉ CONSISTE
EL ESTUDIO DEL GUION DESDE LA INTERPRETACIÓN
Consiste en aplicar al guion en su totalidad las mismas pautas que utilizo cuando construyo un personaje, con el objetivo de encontrar la auténtica línea narrativa de la historia. Desde este nuevo enfoque los personajes, las tramas y sub-tramas, la planificación y montaje se verán enriquecidas. En definitiva, se trata de extraer todo el potencial que tiene la historia y que en un análisis convencional puede pasar desapercibido.
EN QUÉ CONSISTE
EL ESTUDIO DEL GUION DESDE LA INTERPRETACIÓN
Consiste en aplicar al guion en su totalidad las mismas pautas que utilizo cuando construyo un personaje, con el objetivo de encontrar la auténtica línea narrativa de la historia. Desde este nuevo enfoque los personajes, las tramas y sub-tramas, la planificación y montaje se verán enriquecidas. En definitiva, se trata de extraer todo el potencial que tiene la historia y que en un análisis convencional puede pasar desapercibido.
“Elvira Mínguez realiza una radiografía tan exhaustiva sobre los personajes que habitan un guion, que consigue que las situaciones, antes anodinas, brillen ahora y te golpeen. Al fin y al cabo, es para eso para lo que escribimos historias.”
«(…) Sus palabras literalmente destrabaron nudos mentales y emotivos que impedían el flujo y la progresión dramática de los hechos; en una de ellas, me volví a ver a Bertha Navarro y le dije en voz baja: “Qué puntería, ¿no?”
“Elvira Mínguez habita. Desde la honestidad y el respeto ante el creador y lo creado, analiza minuciosamente al personaje, se adentra en las relaciones de éste con el mundo que lo construye, investiga en los vínculos entre personaje y guionista, cuestiona cada rincón dibujado y desdibujado, iluminando así ese lado oscuro tan necesario para la comprensión, tan necesario para meterse en la piel del personaje como creador, como intérprete y como espectador.”
“Sin más intención que la de “profundizar en los personajes”, Elvira Mínguez sobrepasa la línea de lo que está bajo nuestro control. Enfundada en su escafandra se adentra en el mundo abisal, sin miedo a la oscuridad, sin importarle lo desconocido porque sabe que la verdadera historia se esconde en lo inconsciente»